viernes, 1 de abril de 2016

TRADICIONES DE MI TIERRA CAJATAMBINA


PRESENTACIÓN

Nada queda oculto debajo del sol, como no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista; o tanto va el cántaro por el agua que al final retorna sin asa. Frases o sentencias nacidas de las sabias enseñanzas de nuestros ancestros que han dejado actualidad en nuestras vidas. Lo que ha motivado exteriorizar lo que de niño escuchaba los relatos de personas mayores, que al escucharlos se me escarapelaba el cuerpo y los pelos se me ponían en punta. O también vivencias que pude experimentar en el trayecto de mi vida, las que fueron retratándose o archivándose en el procesador de mi mente. Ahora que he cumplido mi ciclo, me he propuesto sacar a luz para que la nueva generación pueda ilustrarse cuan mágico y efímera es la vida; así como para los de mi época al leerlos puedan recrear su imaginación y recordarse de los momentos felices que pasaron al contemplar la bella naturaleza cajatambina.

Para todos ustedes quiero dedicarles estos pequeños relatos intitulado “TRADICIONES DE MI TIERRA CAJATAMBINA”, que con profundo sentimiento los dedico a Cajatambo, así como a todos los cajatambin@s residentes en Lima y otras ciudades de nuestra patria, así como a tod@s l@s cajatambinos residentes en diferentes países del mundo.

Hipólito Yánac Rivera



PRIMERA PARTE

Nota: En esta oportunidad pongo a disposición de nuestros lectores la primera parte relacionado a los “augurios nefastos o supersticiones”, que constituyen una serie de escritos que salen a luz para el conocimiento de todos ustedes.

I. AUGURIOS NEFASTOS O SUPERSTICIONES:

1. EL CANTO DEL “BÚHO O LECHUZA O TUCU” Y EL ANUNCUIO DE LA MUERTE DE UNA PERSONA.

Este presentimiento fatalista es un caso generalizado en todos los pueblos de la provincia de Cajatambo y en algunos pueblos de nuestro país.

El “Búho o Lechuza o Tucu” (en quechua), es un animal nocturno que generalmente vive en los peñascos y lugares inaccesibles y no es usual verlos en la población.

Cuando era niño en compañía de amigos de nuestra misma edad acostumbrábamos cazar palomas con “ondilla” (onda de jebe) nos internábamos a la quebrada de “Pisacjhuaín” donde se encontraba la puerta de la iglesia del diablo, parecida a la puerta de la iglesia matriz de Cajatambo en forma ovalada, pero grabada en la roca en lo alto del cerro “Pisacjhuaín” al pie del paraje de “Huaylancana”, donde muy a menudo se escuchaba el canto de estos rapaces. La hembra solía cantar: “Tucu… Tucu… Tucu …” y el ave macho le contestaba: “Tucu….Gur…., Tucu …. Gur…., Tucu …. Gur…”, que hacían una melodía animal que dentro de la soledad y el cerrado del lugar dicho canto era impresionante que infundía miedo, temor que nos hacía escarapelar el cuerpo.

De igual manera, a estas aves rapaces se les solía encontrar en la quebrada de “Huapogruy” en unos peñascos inaccesibles entre “Mayús”. y “Huaylanca”; también se les podían ubicar en las rocas y peñascos de“Antaquirca”, “Chiraumarca” o en los peñascos de “Huancaguisyán” y“Shapil”, como en las rocas de “Maray”, “Huacatupi” y “Shanocj”; y las cuevas de “Cuntuyocj” y “Matara”.

Repentinamente, de manera muy ocasional estas aves en horas de la noche entre las nueve y diez, hacían su aparición dentro de la población con su canto característico: “Tucu…, Tucu….., Tucu …” o “Tucu … Gur…; Tucu …Gur…", dejando atónitos a los pobladores, quienes se sentían sorprendidos, ya que se posaban en el techo de una vivienda abandonada, un “Rayán” (Saúco) o algún eucalipto, a una distancia muy cercana de la casa de la persona que se encontraba delicada de salud.

Entonces los vecinos se preguntaban y decían ¿quién estará enfermo?, posiblemente esté grave y va morir. Si a esa hora estábamos durmiendo y escuchábamos la conversación de los papás solíamos meternos dentro de la cama con un temor infernal que nos hacía sudar frío. Los papás o personas mayores comentaban y trataban de diferenciar el canto del “Búho”, si era hebra o macho. Luego de escuchar bien decían es hembra por que dice “Tucu …Tucu … Tucu…”, o sino decían es un “Búho” macho porque canta “Tucu….Gur…., Tucu… Gur, Tucu …. Gur”; de lo que deducían que la persona que iba a morir era mujer o varón.

Pasado un tiempo de 15 a 20 días efectivamente se daba el desenlace fatal falleciendo una mujer o un varón de acuerdo al canto del búho que habían escuchado.

Este hecho era muy esporádico, no era de todos los días, por lo que, la población lo tomaba como una regla o presagio (vaticinio) fatal.


La explicación de este acontecimiento animal, es que estas aves de rapiña perciben el olor del cuerpo orgánico próximo a la muerte, localizando a la víctima; es por eso que vuelan cerca de la vivienda de la persona que va fallecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario