miércoles, 12 de junio de 2013

REFLEXIONES ANTE LOS MOMENTOS DIFÍCILES QUE VIVIMOS

REFLEXIONES ANTE LOS MOMENTOS DIFÍCILES QUE VIVIMOS



No llego a comprender por qué tanta indolencia (apatía, desidia, indiferencia) en el comportamiento de las personas, desde el ciudadano común y corriente hasta el más encumbrado (destacado, eminente, prominente) que, cada día se va desvalorizando (rebajando, menguando, perdiendo, depreciando), en una palabra nos estamos degenerando de más a menos conforme pasan los años.

Frente a este problema, es preciso compatibilizar las sentencias bíblicas con nuestro diario actuar, la que, me permito transcribir literalmente: Tomoteo 3, 1 al 5 “Has de saber que en los últimos días habrá momentos difíciles. En efecto, los hombres serán egoístas, amantes del dinero, farsantes, orgullosos, chismosos, rebeldes con sus padres, ingratos, sin respeto a la religión. No tendrán cariño ni sabrán perdonar; serán calumniadores, desenfrenados, crueles, enemigos del bien, traidores, sinvergüenzas, llenos de orgullo; más amigos de los placeres que de Dios. Ostentarán apariencias de piedad, pero rechazarán sus exigencias. Evita a esa gente”.

Al hacer una retrospección, al inicio de mi infancia y adolescencia podía percibir el saludo, el respeto, los sentimientos nobles de las personas dentro de una cordialidad (sencillez, naturalidad, espontaneidad, franqueza, familiaridad, sinceridad); todo este proceso tenía su sustento en la reglas maestras de la urbanidad y el buen comportamiento que no impartían nuestros maestros de antaño y nuestros padres que, en la actualidad se a perdido por completo; por lo que necesita reorientar nuestro sistema educativo.


En el transcurso de mi formación profesional de educador, fui orientando mis ideales de cómo cambiar nuestro país; es así que para graduarme de profesor elaboré mi Tesis intitulado “Necesitamos una Educación Socializadora”, un trabajo de investigación que fue realizado en las comunidades e instituciones educativas de la ciudad de Huaraz (ciudad de las montañas blancas), tierra hospitalaria de la “Suiza Peruana”, que me dio la oportunidad de entregarme al servicio de la educación, pero, teniendo como fuente mis vivencias en la Escuela Normal de Chiquián, espejito del cielo, cuna de Luis Pardo Novoa, el legendario “Luis Pardo el Bandolero”

En esta metamorfosis de mi vida fui comprendiendo que la función de la educación no solamente es una mera declaración teórica – literal de una formación integral de la persona humana; sino, debiéramos entenderlo como un proceso de socialización de las personas desde su nacimiento, su niñez, su adolescencia, su juventud, su vida adulta y hasta su muerte; es decir, en cada etapa de nuestra vida ir humanizándonos, descubriendo nuestras potencialidades, habilidades, destrezas, lo que ahora se llaman las inteligencias múltiples conforme sostiene Howard Garner, o la inteligencia emocional como sostiene Daniel Goleman, lo que también podríamos llamarlo una educación en talentos.


Hay que entender que el proceso educativo no solamente es la parte instructiva sino la otra que es la parte formativa del educando o de las personas; hay que, entenderla como una acción socializadora, donde todos los actores o agentes de la educación tienen que interactuar para ampliar sus potencialidades en forma cíclica concéntrica en interrelación con la familia, la escuela, la comunidad local, distrital, provincial, departamental, regional y nacional. Es decir, que las personas a través de la educación puedan ir revalorando su identidad personal, su identidad nacional, las riquezas naturales de su medio circundante, de su provincia y de su patria.


Por otra parte, a través del proceso educativo cada persona debe ir sensibilizando su ser, internalizando principios y valores como componentes de su don de persona, a fin de entender y comprender a las personas que le rodean o con quienes tiene que interrelacionarse, lo que se llama  asertividad, que viene a ser la capacidad de expresar sus sentimientos, ideas y opiniones, de manera libre, clara y sencilla, comunicándolos en el momento justo y a la persona indicada; es decir,  manifestar lo que se piensa y siente sin ofender a los demás, buscando siempre el respeto de los derechos propios y de los otros.

De igual manera, debe desarrollarse como persona, poniendo en práctica su autoestima que es quererse a uno mismo y querer a los demás. Significa saber que eres valioso(a), digno(a), que vales la pena y que eres capaz y afirmarlo. Implica respetarte a ti mismo y enseñar a los demás a hacerlo. Implica saber quién eres, y el entender por qué piensas, sientes y te comportas de la forma en que lo haces. Es una predisposición a experimentarse como competente para afrontar los desafíos de la vida y como merecedor de felicidad.


Otro factor importante es el liderazgo que es la capacidad de motivar y ayudar a los demás a trabajar con entusiasmo para alcanzar metas u objetivos, lo que, nos hace ser un líder. Y ser líder es la capacidad de conducir a otros, en un proceso, que permitirá alcanzar un determinado objetivo, meta o propósito.

Los conceptos vertidos, no hay que entenderlo como teoría, sino como práctica social, como resultado de ese proceso de socialización de la educación, hay que romper el mito de que pocos son los inteligentes y que la gran mayoría somos mediocres o débiles mentales; lo que pasa es que, en nuestro país la educación es discriminatorio y no se brindan las oportunidades a todos.


En esta perspectiva, me fui proyectando como educador, nunca pensé en un bien personal, sino en proyectarme hacia los demás, siendo fiel cumplidor de mi trabajo, con amor y dedicación, posiblemente como humano con errores, pero con amor social y honestidad a toda prueba.

Mis inquietudes, mis aspiraciones y experiencias he podido plasmar en Propuestas que han sido presentadas a diferentes gobernantes de nuestro país, así como a los diferentes Ministerios, al Congreso de la República; propuestas que son viables y que podrían servir para mejorar el estatus socio económico y cultural del Perú.

Mis propuestas, jamás fue una puntada con nudo, nunca fue para conseguir un favor político, me lo ofrecieron y no los acepté, porque no era compatible con mis principios de educador.

Luego de haber cumplido con mi sagrada misión, al pasar a la segunda faceta de mi vida, lo estoy dedicando a plantear mis propuestas como aporte para quienes opten como una alternativa para dar solución a la agobiante crisis que nos aqueja.



¡CÓMO PASA EL TIEMPO!
(Autor: Hipólito G. Yámac Rivera)

Al nacer nos cobijamos,
en el regazo de nuestra madre
y seguimos alimentándonos
con el néctar de los senos del ser más querido

Conforme pasan los días, meses y años
vamos aprendiendo a caminar,
a hablar, tomando conciencia
de nuestra propia existencia.

Conforme va pasando el tiempo,
vamos dejando huellas indelebles
en nuestras mentes y nuestros corazones
fuente de nuestros pensamientos y sentimientos.

Conforme va pasando el tiempo,
las personas nos vamos apoderando
de las bajas pasiones: del odio,
la hipocresía, el egoísmo, la envidia, etc.

Conforme va pasando el tiempo,
en vez de acercarnos a la perfección,
nos vamos deshumanizando cegados,
por la ambición, el orgullo y la vanidad.

Conforme va pasando el tiempo,
y conforme nos hemos comportado
nuestra vida se va consumiendo
como una vela encendida.

Y finalmente, cuando todo haya pasado,
es tarde cuando nos damos cuenta,
de nada ha servido nuestra ambición,
nuestro orgullo y nuestra vanidad.

Cuando todo haya pasado,
y cuando la vida llega a su fin,
de nada sirve lamentos y arrepentimientos,
por que todos vamos al mismo sitio,
sin penas ni glorias.

¿Has pensado de tu vida?


¡QUE INJUSTA ES LA VIDA!
(Autor: Hipólito G. Yánac Rivera)

No puedo dejar de mencionar y dejar pasar,
hechos que suceden en la vida,
donde tanto se pregona la justicia,
la igualdad, la honestidad, la moral;
pero, nuestros actos desdicen lo contrario.

La incomprensión, alimentada por la ambición
desnaturalizan a las personas, volviéndolas:
irracional, obstinado, estúpido; convirtiéndose
en dueño de la verdad, cuando le conviene a él;
pero, injusto, desleal, cuando se trata de otro.

Piden justicia, clemencia, cuando les convienen;
ultrajan, vilipendian para denigrar a otros;
porque son sus adversarios ideológicos;
mucho más, cuando son fiscalizados por éste,
por estar comprometidos en actos de corrupción.

En nuestro país, el Congreso de la República
se ha convertido en refugio de politiqueros,
que no encarnan el verdadero significado
de ser Padres de la Patria, menos ser miembros
del primer Poder del Estado Peruano.

El Seno del Congreso de la República,
se ha convertido en un circo,
dónde unos  aúllan, otros gritan, chillan, gruñen; y
vociferan sin reparo del qué dirán, desprestigiando
la honorabilidad del Parlamento.

Mientras tanto, la corrupción, la impunidad
campea a todo nivel por muy encumbrado sea el cargo,
tenía justa razón el escritor peruano,
Manuel Gonzáles Prada, cuando decía:
“Dónde se pone el dedo salta la pus”