jueves, 30 de marzo de 2023

PROYECTO: “CONSTRUCCIÓN DE LAS REPRESAS DE SEGRA, MILPOJ E ISHPAJ”.

 EL COMITÉ DE OBRAS DEL “FRENTE DE DEFRENSA DE LOS INTERESES DE LA PROVINCIA DE CAJATAMBO, INFORMA A LA CIUDADANÍA CAJATAMBINA CON RELACIÓN AL PROYECTO: “CONSTRUCCIÓN DE LAS REPRESAS DE SEGRA, MILPOJ E ISHPAJ”.

A nuestra solicitud, se ha recibido el OFICIO N° 00258-2023-MIDAGRI-DVDADIR/PSI, de fecha 22 de marzo de 2023, adjuntando el INFORME N° 00182-2023-MIDAGRI-DVDAFIR/PSI-UGIRD, de fecha 20 de marzo del 2023; mediante el cual nos comunica que: “(…) el proyecto con CUI N°2341631 cuya Unidad Formuladora es la Dirección Regional de Agricultura del Gobierno Regional de Lima, se encuentra DESACTIVADO PERMANENTEMENTE en el Sistema de Seguimiento de Inversiones- Invierte.pe.”, complementan do con la siguiente CONCLUSIÓN: “Asimismo, se informa que, la Dirección Regional de Agricultura del Gobierno Regional de Lima ha otorgado la viabilidad de un proyecto con similares objetivos, denominándose “Creación del Servicio de Provisión de Agua para Riego a través de las represas de las Lagunas Segra, Milpoj e Ispaj, en el Distrito de Cajatambo, Provincia de Cajatambo-Departamento de Lima” con CUI N°2556375, el mismo que ha sido derivado por el PSI a la DGIHR para su atención respectiva de acuerdo a sus competencias, para su revisión y posterior financiamiento de corresponder, ello en virtud a que el PSI es una unidad ejecutora del MIDAGRI y no está dentro de sus competencias el poder brindar financiamiento o asignar presupuesto para proyectos”.

Al respecto, debemos manifestar que, si el PSI es una unidad ejecutora del MIDAGRI y no está dentro de sus competencias el poder brindar financiamiento o asignar presupuesto para proyectos, por qué han tenido encarpetado el proyecto tantos años, elaborando los términos de referencia que fue enviado al Fondo Sierra azul, haciendo los trabajos de campo realizados en los años de 2018, 2022, habiendo derivado las observaciones al Gobierno Regional de Lima, para que subsanen y levanten las observaciones hechas por los técnicos del PSI. Lo que pasa nadie se ha interesado por este proyecto, ahora nos vemos DESENGAÑADOS, DECEPCIONADOS, DESILUSIONADOS, siguiendo siempre la triste suerte de Cajatambo.

Por otra parte, nos hace conocer el INFORME N°449-2023-MIDAGRI-DVDAFIR/PSI-UGIRD-SUGEP, que:

1.     Mediante Oficio N°690-2021-MIDAGRI-DVDAFIR/PSI de fecha 20.08.2021, el PSI comunica al Gobierno Regional de Lima los resultados de la evaluación técnica en gabinete y verificación de campo del estudio de pre inversión del Proyecto con CUI N°2341631, concluyendo que se encuentra observado.

2.     Con Oficio N°1368-2022-GRL-GRDE-DRA/OPP de fecha 10.11.2022, la Dirección Regional de Agricultura del Gobierno Regional de Lima deriva al PSI el proyecto “Creación del Servicio de Provisión de Agua para Riego a través de las represas de las Lagunas Segra, Milpoj e Ispaj, en el Distrito de Cajatambo-Provincia de Cajatambo-Departamento de Lima” con CUI N°2556375, para su financiamiento.

3.     Mediante Oficio N°1159-2022-MIDAGRI-DVDAFIR/PSI de fecha 20.12.2022, el PSI remite a la Dirección General de Infraestructura Hidráulica y Riego el proyecto a nivel de perfil técnico, toda vez que el PSI es una Unidad Ejecutora del MIDAGRI, por tanto no se encuentra dentro de sus competencias el poder brindar financiamiento o asignar presupuesto para proyecto; se trasladó para la atención de la DGIHR correspondiente en virtud a sus competencias señaladas en la Resolución Ministerial N°0080-2021-MIDAGRI.

Asimismo, mediante Oficio Nº 1368-2022- GRDE – DRA/OPP de fecha 10 de noviembre del 2022, el ingeniero Roberto Freddy Santa Cruz Meléndez, Director Regional del Gobierno Regional de Lima presenta el proyecto a nivel de perfil técnico, denominado “Creación del servicio de provisión de agua para riego a través de las represas de las lagunas segura, Milpoj e Ispaj, en el distrito de Cajatambo – provincia de Cajatambo – departamento de Lima”, con CUI Nº 2556375, el cual ha sido viabilizado de fecha 20 de julio del 2022. El estudio está compuesto de 11 Tomos, con el siguiente desarrollo:

Ø Tomo I, Estudio de Perfil.

Ø Tomo II, Estudios Básicos. Memoria de Calculo, Cálculos hidráulicos, Presupuesto, Insumos, Metrados.

Ø Tomo III, Estudios Básicos – Topografía.

Ø Capítulo V, Estudios Básicos Geológico – Geotécnico, Mecánica de Suelos.

Ø Capítulo VII, Estudios Básicos Estudio Social - Encuestas.

Ø Capítulo VIII, Estudios Básicos Estudio de Hidrología, Estudio de Impacto ambiental, Estudio de Análisis de Riesgo, Estudio de Agronomía.

Ø Capítulo IX, Planos Diseños Diseño de Represa de Segra, Diseño de Represa Milpoj, Diseño de Represa de Ispaj Vías de Acceso.

Ø Capítulo X, Documentos de Sostenibilidad Actas, Padrón de usuarios.

Ø Capítulo XI, Planos Planos Geológicos, Presa Segra, Presa Milpoj, Presa Ispaj, Vías de Acceso.

En resumen, por su parte el “Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia de Cajatambo”, a través del Comité de obras, seguirá realizando las gestiones ante el Gobierno Regional de Lima – Dirección Regional de Agricultura y Riego. Asimismo, toda la documentación recibida ante el alcalde provincial de Cajatambo, para que como autoridad local asuma la responsabilizar de hacer las gestiones pertinentes.

A continuación de adjuntan los siguientes documentos:

 










domingo, 26 de marzo de 2023

EL CUENTO DE PISANA MARÍA

 EL CUENTO DE PISANA MARÍA, OÍDO EN CAPILLA PUNTA

           HUGO VILCHEZ ROMERO


A las de la mañana, el despertador del celular tañe con ingente ruido ensordecedor, interrumpiendo mi apacible y profundo sueño. De pie, mientras el agua, depositado en la tetera y puesta sobre la pequeña cocina eléctrica, está por hervir, el fiambre preparado en la noche anterior, lo ordeno en la mochila. Sobre el agua hervida vierto un manojo de la apetecida y aromática yerba de muña para vaciarlo en el duradero termo. 

Con la linterna en la mano y la mochila sobre mi espalda, me encarrilo, esta vez, a la cima del atractivo cerro de Capilla Punta. Es mi segunda visita a este generoso altozano que guarda desde hace muchos años, ignotas reliquias de nuestros antepasados. 

En vista de que el amigo Juan Garro no llegaba al lugar citado, el zócalo, y a la hora convenida, resolví marchar solo. En mi andanza por la silenciosa y estrecha calle Dos de Mayo, donde se escucha el abrupto ulular del gélido viento que hace trepidar mi cuerpo, de repente, me topo con el madrugador y andariego Toffe, junto a una jauría, husmeando por las frías y ceñidas veredas de cemento. Al liliputiense chucho, que nos acompañó en el mes de febrero a Perching y a mí en nuestra correría mañanera rumbo a la escondida y encantada cascada de Usgor, le llamé: ---¡Toffe!, ---éste, gira la cabeza, yergue sus menudas orejas e inconmovible me mira por varios segundos con los ojos calor verde amarillo que resplandecen reflejados, desde lo alto del poste, por los rayos ambarinos del reluciente quinqué. Me reconoce y viene meneando su corta cola y emprende a dar brincos, de alegría, a mí alrededor, agitado, a manera de saludo, coloca sus frígidas patitas sobre mis aún tenaces y heladas rodillas, decide acompañarme a esta aventura. 

Nos encauzamos cuesta arriba por el sendero empedrado que conduce al cerro de Huancar. A unos diez minutos de caminata, marco al celular de Juan y me responde que recién está saliendo de su casa. Entonces, decido seguir caminando. A mi espalda está cada vez más distante el pueblo. De tramo en tramo realizo, obligado, una parada, un descanso. En uno de mis contenidos pasos extenuados, es cuando me animo a volver la mirada hacia el pueblo que aun duerme en total sosiego, sus apretadas y mudas calles están iluminadas por los focos de rayos biliosos. El absoluto silente de la madrugada causa quietud en mis cinco sentidos; escucho el manso susurro de la oscilante y tupida copa de los vastos árboles, el canto constante y taciturno de los trasnochadores grillos, el alegre trino matutino de las aves, la brisa mañanera roza ni rostro cetrino que empieza a curtirse por el frio, percibo la fragancia, arrastrado por el aire, de las plantas silvestres que aún se mantienen de pie en la orilla del camino, levanto la vista hacia el firmamento, despejado de nubes, e innumerables estrellas están sobre las cumbres del hermoso y piramidal cerro de Yauca Punta,  hermano mellizo de Capilla Punta, ambos cerros se encuentran uno al otro, frente a frente, y atesoran construcciones y vestigios insospechados. De entre las numerosas estrellas resplandece titilante un solitario lucero, más allá a la derecha, en el horizonte, sobre la Cordillera de Huayhuash va emergiendo la mágica y hermosa aurora. 


Mis agotados pasos hacen crujir a las menudas piedras y a las violáceas hojas secas de la floresta que se encuentran desperdigadas en el pétreo suelo del prolongado y empinado camino. Entre tanto, Toffe, con sus pasitos ligeros, a veces se adelanta y en otro instante se atrasa, va olisqueando todos los rincones del sordo sendero que aun esta enrevesado. Atravesando las faldas del cerro de Jaracoto, por el camino llano y ceñido, hallé una bifurcación, aun en la oscuridad, confundido, me encaminé por una trocha que no tenía salida. Entre minúsculos aniegos y humedales, retorné, para continuar por el camino correcto alcanzando el final del cerro y el comienzo de otro, cuya quebrada está dividida por un riachuelo de agua cristalina y rumoreante. 

Ya me encuentro al otro bando del riachuelo con Toffe a mi costado, el chucho fatigado, resoplaba con su rojiza lengua fuera de su boca, descansaba, arrimado, en el borde del camino y debajo de una penca que había crecido sobre la montaraz y arcaica pirca. De pronto en la ceja opuesta, emergen los rayos luminosos de una linterna, llamando mi atención, de nuevo me comunico por el celular con Juan, confirmándome que era él el que estaba caminando por aquel lugar. Prendo mi linterna como señal, para que llegue al lugar exacto donde le esperaba. Cuando llegó, ya no era de noche tampoco de día, en aquella exuberante hondonada y oyendo el suave arrullo del riachuelo, se podía apreciar, la maravilla, del repentino albor de un nuevo día.

Reanudamos nuestra peripecia por el camino, bañado de rusticas plantas, que va por las vertientes de tánas. Abordando el cerro de Hullalpampa pasamos por senderos perdidos para llegar a nuestro destino, a la cima del cerro de Capilla Punta. Por un momento, una vez más, nos extraviamos, y desde una colina a unos trecientos metros, cuesta arriba, alguien nos vigilaba, de pronto, oímos una voz desgañitada que hasta el tempranero eco respondió:    

---¡A donde se dirigen!- girando la mirada en dirección de la silueta humana, respondimos en coro: 

---¡A Capilla Punta!                             

---¡Sigan por el camino que está a la mano izquierda!

Aliviados, le dimos las gracias y continuamos caminando entre las vizcaínas, chamizas y plantas todavía frondosas que habían cubierto hasta los topes del camino que dificultaba el acceso a nuestra meta. En nuestro trayecto, con mucho desconsuelo, de nuevo volví a ver los antiguos muros de piedra, ocultados y abrigados de compactas plantas pedestres. Era las seis y media de la mañana cuando arribamos al recinto intangible de Capilla Punta.


El viento helado aúlla. De este fascinante lugar se puede observar, al frente, al inexplorado nevado de Tucu y a la derecha las cumbres de los sucesivos cerros, entre ellos, lejano, el desguarnecido Yauca Punta. Luego, ante nuestros ojos, se presenta el hermoso panorama de la imponente Cordillera de Huayhuash sobresaliendo el atrayente nevado del Yerupaja que se encuentra en el centro de los demás nevados, surgiendo, sobre los disímiles picos níveos, insignificantes, nubes blanquecinas que se van deslizando y echando las primeras y   débiles sombras de la mañana. Acercándome paso a paso al borde del recinto, se va vislumbrando el excelente valle de Aynin y el río torrentoso, en tiempos de lluvia. De pronto, ahí abajo, en la profundidad, rodeado de vertientes, quebradas, cascadas, colinas y cerros está asentado sobre una meseta, desde tiempos remotos, mi tierra añorada, Chiquian. 

Arrellanados en el límite del espacio circular y en un lugar cómodo, con solicitud y ávido a la vez, extraía de la mochila mi fiambre. En un recipiente contenía papas sancochadas de huayru y dos paltas, el otro conservaba cinco panes con queso, cancha y un trozo de queso y por último, el termo que mantenía caliente el mate de muña sin azúcar. Lo demás eran frutas para comer al mediodía, en pleno camino, de regreso al pueblo. Advirtiendo el golpe del viento matutino y fresco, con los primeros rayos dorados del sol que se desplomaban sobre nuestros cuerpos ateridos, disfrutábamos del exquisito desayuno, contemplando, absorto, el bello paisaje. De súbito, a nuestras espaldas escuchamos una voz despepitada, expresando la siguiente pregunta:

---¿De quién es este guante? ---Sorprendidos, al instante viramos nuestras miradas de dónde provenía la voz masculina, aquel hombre detenido en la otra orilla del recinto por donde habíamos ingresado, se hallaba ataviado con un sombrero de paño que enfundaba su ovalada cabeza y protegía su rostro terroso de los rayos del sol, sobre sus recios hombros pendía una chaqueta bicolor de percal y un pantalón buzo de lana arremangado hasta la altura de sus rodillas, notándose sus resistentes pantorrillas y en ambos pies rugosos y curtidos por el frio, las ojotas. En su mano derecha y entre sus dedos encallecidos sostenía el guante marrón, provocado por el viento de ese instante, se balanceaba. Reconociendo aquella prenda, le confesé: ---Ese guante es mío ---Entonces se echó a caminar hacia a mí y me lo devolvió, aconsejándonos y explicando que, no era buen augurio perder las prendas en el apu. Pasmados, nos quedamos en silencio.  


Agradeciéndole una vez más, primero por orientarnos, desde la colina, para marchar por el sendero correcto y segundo por encontrar el guante extraviado, le invitamos a compartir nuestro desayuno, momento oportuno para preguntarle cómo se llamaba a lo que nos respondido complacido: ---Me llamo Miguel Ramírez Ocaña ---La mañana transcurría en paz y en silencio. En el recinto intangible de Capilla Punta, nubes ariscas se desplazan, con pausa, sobre nuestras cabezas, interponiéndose a los rayos encarnados del sol, que empezaba a resplandecer desde el confín. Miguel, nos revela que se dedica a la ganadería y la agricultura. Nuestra tertulia, como si nos hubiéramos conocido hace tiempo, se volvía cada vez más relevante. Se mostraba como un individuo muy informado acerca de los sucesos históricos de nuestra región. Uno de los tantos temas que expuso y el que más suscitó mi atención fue el legendario cuento de Pisana María. Cuento que recuerdo haber oído en mi niñez, de modo estrecho y escaso de detalles. Interesado por esta descripción quimérica, siendo un símbolo y parte de la historia de Matara y Chiquian, sentí deseos de escuchar esta leyenda, de los labios de este hombre sencillo, entonces, en su momento, presté oído a su relato que sigue remontándose desde hace tres siglos atrás. Rodeados del imponderable paisaje, el viento que ruge de vez en cuando, Miguel se incorpora como si procediera a dar una clase, nosotros sentados, esperábamos oír ansiosos, la narración de la inmemorial leyenda:

“Desde tiempos remotos, en Matara, palabra quechua que traducido al español significa, lugar donde crece copiosas yerbas, habitaban hombres generosos y laboriosos dedicados a la ingeniería, al arte de la orfebrería, artesanía y a la agricultura. Como prueba de ello, aún subsisten sus extraordinarias fortalezas, canales y templos. Pero también fueron hombres audaces. Después de varios años de resistencia, fueron conquistados por el Imperio Incaico, se supone que fue a partir del periodo de Capac Yupanqui. En este paraje, se yergue presumida por su belleza y en sus cerca de una decena de estupendos tonos, La flor de la Cantuta. Los Incas al verlo por primera vez, se quedaron prendados por la existencia de esta singular flor. De ahí, en adelante, también se le conocerá como la Flor Sagrada de los Incas o, La flor Nacional

Luego de una larga convivencia pacífica, Bajo Cajatambo, hoy Provincia de Bolognesi, es invadida por los verdugos e inquisidores blancos imponiendo, no por la razón sino por la fuerza, una nueva forma de economía en donde los recursos naturales, los recursos humanos, las fuerzas productivas colectivas y el modo de producción, motor de progreso y desarrollo hasta ese momento, fueron devastados  y continuamente  determinados, desde el extranjero, España, al viejo engranaje del feudalismo y a la incorporación del naciente sistema privado del capitalismo. En cuanto a la cultura, aquellos que no se sometían a la extraña cultura occidental por medio de la evangelización, la cruz y la espada, eran señalados como herejes y condenados a ser quemados vivos en la hoguera y, a otros tipos más de tortura promovido y ejecutado por la santa inquisición, cuya madrina era la reina Isabel”.      


Miguel, empezó a relatar esta fábula con voz cascada y en tono enfático, que iba reproduciendo ante mí el estrépito del viento, en cuya cumbre de Capilla Punta, empezaban a sucumbir los potentes rayos del sol…Continuó:

“Para ese entonces, los frailes franciscanos llegaron a Matara y, en el tiempo, construyeron una de las primeras iglesias cristianas católicas de la hoy Provincia de Bolognesi. La administración de esta iglesia era conducida por un irascible cura de la misma orden franciscana. Posteriormente por los dominicos. Como consecuencia del sincretismo religioso, entre lo andino; con sus apus e idolatrías al sol, la luna y la lluvia y, el occidental con el culto a las imágenes y con términos abstractos como dios, ángel, diablo etc., surge como primer patrón del distrito de Chiquian, San Francisco de Asís de Chiquian, luego será Santa Rosa de Lima de Chiquian.  

La encargada del amparo y limpieza del templo cristiano, era una virginal moza de quince años de edad, llamada María, natural de Matara. María, puntual y comprometida con su tarea, por las mañanas, antes de salir el sol, con el cuerpo trepidante, espoleada por el frio inclemente, acudía presurosa a barrer, gozosa, la parte interior y exterior de la casa de recogimiento, la iglesia. Agotada, por unos instantes suspendía su trabajo y reposaba en la entrada principal. Las personas que franqueaban el santuario, siempre le veían a María, provista de la escoba (pisana, en quechua) entre sus macilentas y laboriosas manos. Frente al Altar Mayor, hincándose sobre el diamantino piso de piedras planas, se santiguaba con entera veneración. Luego, con indiscutible temor, que hasta su púber corazón palpitaba con rapidez, se acercaba al pedestal donde se ubicaban, siempre, de pie o sentados, aquellos iconos de miradas cambiantes y penetrantes. La cándida mocita se imaginaba que la estaban vigilando con celo. Con su pequeña y finas manos temblorosas, con sumo miramiento y prontitud, sustituía sus respectivos vestuarios. A María le atraía, desde hace tiempo, el brillante y precioso anillo dorado que fulguraba en el dedo anular, firme, delgado y frio, de la Virgen de la Asunción.


El tiempo viaja con prisa. El padre de los desposeídos, Túpac Amaru II, finalmente es vencido por los invasores españoles, gracias a la traición de uno de sus generales y ejecutado cruelmente, junto con su familia, hasta el cuarto grado de su descendencia. Llega, como cada año, el mes de agosto y con ello la temporada de los fuertes vientos, tornados y ventarrones. Por coincidencia, la peste de la viruela negra, trasladado desde el continente europeo, por los españoles, comienza a propalarse de nuevo por toda la región.

En agosto, son las festividades de la Virgen de la Asunción. María, la agraciada mocita, como todos los días, apresurada llega a la iglesia. Luego de concluir las labores cotidianas se dispone a engalanar la hermosa imagen de la Virgen. Embelesada, una y otra vez la observa su sereno rostro y con minuciosidad su ostentoso encaje. En esta coyuntura, se da cuenta de un detalle, el anillo de la virgen se encuentra, para su asombro, nebuloso. María, angustiada, apresurada, comienza a refregar la sortija para dotarle de su carácter y llamativo brillo. En esta escena, ocurre un incidente fortuito y fatal; el firme dedo anular, delgado y frio, gruñe, desde la base de la mano, y termina por quebrarse por completo, quedando suspendido en el aire. María, estupefacta, no sabía qué hacer. Atormentada, con lágrimas que se desmoronan de sus ojos pardos, camina frente a la Virgen, primero con paso ligero, luego, corriendo, sale de la iglesia. En el portón encuentra la escoba, su instrumento de trabajo, y se apoya sobre ella… con pesadumbre y desesperación infinita…infinita.          

Es el día de la Virgen de la Asunción. Los pobladores evangelizados de Matara se alistaban para asistir a la iglesia. Mientras tanto, el cura… luego de haber inspeccionado todo el recinto y haber encontrado en perfecto orden, se acerca a esta imagen para prestarle sus reverencias y la contempla ensimismado. De pronto se queda pasmado…helado y con la boca abierta al encontrar a la Virgen con el dedo anular mutilado y sin el anillo. Pensando que habían profanado a la Virgen y la Iglesia de Cristo, exasperado, salió corriendo, la sotana marrón flameaba cual estandarte, Llegó a la puerta. En compacta muchedumbre, los fieles se iban acercando a la iglesia. María sobrecogida con el rostro desencajado y los cabellos desgreñados, ocultada, caminaba por el costado de la iglesia. El iracundo cura, levantando los brazos, frunciendo el entrecejo, con rostro escarlata, y vociferando, lanzaba a diestra y siniestra mil maldiciones sobre el pueblo. En su imprecación anunciaba que el pueblo de Matara desaparecerá con la peste y los aires huracanados por haber deshonrado a la Virgen y la iglesia de Dios. Al escuchar estas condenaciones por la boca del furibundo cura, el gentío se horrorizó aún más porque en ese instante asechaba, lejano, un inmenso ventarrón de polvo. Entre tanto, la doncella María, enmudecida y ocultada, se sentía extraordinariamente culpable de todo este absurdo contratiempo. El viento huracanado viene levantando todo objeto que encuentra a su paso, Veloz, María sale de su escondite con la escoba en a mano, el pelotón de gente al verla desaliñada e irreconocible, entra en pánico y la señalan como la autora de la profanación y la peste, vociferan: ---¡Fue ella! ¡Fue ella!  ¡Fue Pisana María! ---Mas Pisana María ya se encuentra corriendo desesperada y aturdida, delante del ventarrón de polvo (shucucuy en quechua) temiendo que la capturen, la aporreen y la condenen a la horca. Cruza vertientes, pircas y quebradas que, a la gente en su confusión y el temor por las maldiciones del cura, les parece que está surcando por los aires dejando a su paso la peste y desapareciendo de sus espantados ojos.


Luego de este acontecimiento climático, religioso y político, el Virrey emite las siguientes ordenanzas: El pueblo de Matara y todos los habitantes que viven cerca de éste, deben ser despoblados por haber apoyado al levantamiento de Túpac Amaru II. Se decreta, el cabello trenzado y largo de los Caciques, largos y sueltos del habitante común, serán cortados como una forma de humillación y someterse al Rey de España. Se prohíbe a los habitantes de vestirse con el vestuario original, entre ellos el unco, la yacoya… etc. Se prohíbe a los hijos de los Caciques ir a la escuela y seguir hablando su idioma, el quechua.

Como consecuencia de estos edictos emanados por el Virreinato, surgen las primeras migraciones de Matara, Puscanhuaru, Yarpum, Marpum, huancar, Huamash. Etc.  Hacía los alrededores del naciente pueblo de Segyan Cocha, hoy Chiquian. El lugar donde se  establecen es en barrio arriba (hana barrio) exactamente en Oro Puquio, cuyos apellidos más notables son los Zubieta, Gamarra, Malqui y Jaimes”    

Al oír esta leyenda después de cuantiosos años, el recinto circular de Capilla Punta, estaba en un extraño silencio sepulcral, como pasmado del recuerdo de los valerosos hombres de nuestro pasado histórico, legando, como ejemplo, su contienda liberadora y continua para las generaciones venideras. Yo, desde este hermoso paraje, observaba los campos antes sembrados de todo tipo de granos y tubérculos, hoy invadidos por las plantas silvestres por descuido, abandono involuntario o, como en el pasado, por la migración constante a las grandes ciudades centralistas que el sistema imperante nos impone y nos obliga a dejar nuestros recursos naturales para que unos cuantos lo usufructúen. Pensaba, así como Miguel, debe haber personas sencillas que deben estar guardando hermosos e infaustos cuentos que la prodigiosa mente humana ha creado. 

En uno de sus poemas nuestro poeta Cesar Vallejo, nos señala como un mensaje tácito: “¡Ah! desgraciadamente, hombres humanos, hay hermanos, muchísimo que hacer”. Agrego, hay muchísimo que hacer, hermano, amigo, paisano, por nuestros pueblos olvidados.

El Pichuychanca.

Chiquian, Capilla Punta. Junio 2019.

 

martes, 21 de marzo de 2023

DEBEMOS REVALORAR LAS RIQUEZAS ARQUEOLÓGICAS DE CAJATAMBO

 DEBEMOS REVALORAR LAS RIQUEZAS ARQUEOLÓGICAS DE CAJATAMBO

Han pasado 202 años de nuestra vida republicana, ninguna autoridad local, regional ni nacional se han preocupado en la conservación, restauración y revalorar el legado histórico de nuestros ancestros; por lo que, aprovechamos de difundir las vistas fotográficas de la ciudadela subterránea de “Chiraumarka”.

La ciudadela de Chiraumarka es uno de los atractivos turísticos que se encuentran en el distrito de Cajatambo, dentro de la provincia de Cajatambo, departamento de Lima. Esta Ciudadela se encuentra a tan solo dos kilómetros de la ciudad de Cajatambo.

Es poca la información que se tiene acerca de esta ciudadela, sin embargo, se conoce que aquella habría sido construida aproximadamente durante la época preincaica, no obstante, pese a su antigüedad, se caracterizó por presentar un alto nivel de desarrollo.

A pesar de ello, nos hemos propuesto difundir como atractivo turístico, a través del panel fotográfico que adjuntamos al presente.



















domingo, 5 de marzo de 2023

¡¡AYER MONTAÑAS, HOY SOLO ESCOMBROS!!



¡¡AYER MONTAÑAS, HOY SOLO ESCOMBROS!!

Nuestra realidad nos hace pensar: Cómo en Cajatambo, el tiempo ha pasado sin retorno, como las aguas del río "Tavín" han pasado de bajo el puente de "Chichichaca"; así como la cantidad de autoridades comunales, alcaldes provinciales y otras autoridades han pasado por el cargo, sin pena ni gloria. Todo pareciera que fuera una quimera (un sueño o una ilusión frustrada) que duele en el alma de quienes en antaño vimos florecer nuestro pueblo, nuestra tierra que nos vio nacer; ahora olvidada, todo quedando en ruinas. Y nosotros sus hijos indiferentes, sin iniciativa, insensibles de todo lo que está pasando.

A través de estas líneas me permito invocar a las nuevas autoridades reunirse con la población y hacer un diagnóstico de la realidad situacional en que se encuentra Cajatambo, priorizar las necesidades y problemas que aquejan y plantearse alternativas de solución, formulando proyectos viables, razonables que puedan contribuir al desarrollo y progreso de Cajatambo.

No quisiera hacer mucha literatura, porque el propósito es que nos demos cuenta, tomar conciencia, sensibilizar y retomar acciones positivas para el bienestar de todos los cajatambinos.











sábado, 4 de marzo de 2023

CAJATAMBO Y LA CATARATA DE "SHAPIL"

 

CAJATAMBO Y LA CATARATA DE "SHAPIL"



RECUERDOS DE MI VIDA PROFESIONAL

 


RECUERDOS DE MI VIDA PROFESIONAL