martes, 17 de mayo de 2011

¿APRENDER A SER Y A CONVIVIR?
Ernesto Schiefelbein
Doctor en Educación
Universidad de Harvard
Premio UNESCO
Nota Introductoria: Por la importancia del tema y por su incidencia en la problemática actual, es de imperiosa necesidad difundir su contenido, a fin de contribuir en la formación integral de nuestra niñez, de los adolecentes y jóvenes;  en vista que estamos viviendo un proceso de pérdida de valores, donde campea el infundio, la discordia, la venganza, el odio, el egoísmo, la diatriba, la ambición del poder económico y político, haciendo que poco o nada nos interesa los sagrados intereses de nuestra patria; por todo esto y mucho más me permito trascribir la ponencia del Doctor Ernesto Schiefelbein.
Lic. Hipólito Yánac Rivera

"La actual violencia, criminalidad y subdesarrollo exige un objetivo educativo adicional: aprender a ser y convivir en la aldea planetaria, para elevar la calidad de vida gracias a la responsabilidad de cada uno. No basta un buen puntaje en la PSU o el Simce
No sólo se trataría de aprender -a partir de las apariencias del mundo sensible y eliminando las equivocaciones en lo que captan los sentidos, para llegar al mundo de las ideas alcanzables mediante el razonamiento- sino de interesarnos por alcanzar a la Idea de Bien.
Es una demanda colosal. Platón la comenta: “en el alma de cada uno está la capacidad de aprender y el órgano con el que cada cual aprende. Pero … hay que volverse (apartarse de lo observado hasta ahora) hasta … concentrarse en la contemplación de lo superior, … que es lo que llamamos el Bien”.
Se trata de un desarrollo personal (educere) más que un traspaso de información (introducere). Por lo tanto, es un desafío directo a nuestra tradicional educación frontal (centrada en el intento, siempre ilusorio, de traspasar información) a un alumno acostumbrado a intentar almacenar los mensajes para responder las preguntas de la próxima prueba. Son los temas que se continuaran examinando en las dos sesiones siguientes.

No basta instruir, también hay que educar
El Informe Delors, preparado en los 90 y entregado a la Unesco en 1996, señalaba que además de aprender a conocer y hacer (dos tareas centradas en la instrucción) era necesario aprender a ser, lo que implica promover una educación para la decisión y la responsabilidad personal y social. Pero al observar los problemas de guerra, criminalidad y subdesarrollo agregaba un cuarto objetivo: aprender a convivir en la aldea planetaria, como posibilidad de elevar la calidad de vida agracias a la responsabilidad de cada uno.
Hace 2400 años Platón observaba la corrupción reinante y se planteaba un desafío similar: ¿puede existir un Estado justo y perfecto? En “La República” analiza cómo se lo podría crear y mantener y concluye que la educación juega un papel indispensable en la construcción de ese Estado. Es más, para Platón sólo si la educación forma una persona justa y perfecta es posible construir un
Estado justo y perfecto. En otras palabras sin esa educación justa y perfecta es imposible vivir en una sociedad que tenga esas características. Por lo tanto, examina cómo debe ser esa educación.
Platón lo ilustra en su famosa parábola de la caverna --al comienzo del Libro Séptimo de “La República” donde trata sobre la Justicia y la Utopía de un estado perfecto.

Diferencias entre las conjeturas y los objetos o cosas

La famosa “alegoría de la caverna”, uno de los textos más significativos de la literatura mundial, ilustra la visión de Platón sobre “como aprende el hombre” a partir de las apariencias del mundo sensible -con las posibles equivocaciones que genera lo que se capta por los sentidos y se cree que es real- y pasar al mundo de los objetos y cosas.

Avanzar desde el mundo Visible hasta el mundo Inteligible.

No basta eliminar las posibles equivocaciones en lo que captan los sentidos, sino que interesa examinar el proceso de llegar al mundo de las ideas alcanzables mediante el razonamiento y, eventualmente, a la Idea de Bien

Educación como desarrollo (educere) más que como traspaso (introducere)
El pedagogo alemán Theodor Ballauff (1911–1995) en su libro “Der Idee der Paideia” ha resumido en ocho características la esencia del concepto de educación presentado en esta alegoría:
  • liberación;
  • presión;
  • darse vuelta (cambiar de dirección);
  • abandonar lo común o habitual;
  • aventurarse en lo desconocido;
  • pasar de la oscuridad a la luz;
  • elevarse desde lo sensible a lo inteligible, es decir, desde los sentidos a la razón y asumir responsabilidad
¿Qué puede hacer para que los alumnos se liberen de las “creencias” habituales y se eleven a la luz de la propia razón?
La reflexión sistemática sobre su práctica, a la luz de la teoría pedagógica, permite encontrar maneras de mejorar continuamente su práctica profesional, como veremos en la siguiente sesión".

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