A DANIEL, MI PADRE EJEMPLAR
(Hipólito
G. Yánac Rivera)
¡Oh!
Daniel, padre abnegado,
que
de cada hijo hiciste tu ideal,
esforzándote
para cumplir tu misión,
fuiste
un ejemplo y modelo entre los padres
Supiste
encausarnos y guiarnos,
templaste
nuestros corazones como al acero,
como
todo un Yánac valiente,
jamás
te rendiste a las adversidades.
Tu
ejemplo fue la honestidad y el trabajo,
nunca
tu nombre y apellidos,
estuvo
manchado por la deshonra,
tu
frente mantuviste siempre erguida y digna.
Jamás
tus manos supieron castigarnos,
tus
palabras fueron látigos de amor y ternura,
porque
tus nobles sentimientos,
fueron
la fuente inagotable para nuestras vidas.
Fuiste
un hombre autodidácta,
fruto
de la universidad de la vida,
tus
coloquios después de cena,
fueron
los que moldearon nuestras vidas.
Por
lo que, tus hijos: Inocencia, Zoilo,
Aquilina,
Servio, Fidencio, Victoria,
Hipólito
y Rosalía,
imploramos
al Divino Hacedor,
te
dé su bendición por toda la eternidad.
A
MI PADRE, QUE GOZA DE LA ETERNIDAD
(Hipólito
G. Yánac Rivera)
Padre, ya no te tengo conmigo
pero quiero decirte viejo del alma,
que aunque ya no camine a tu lado
tu recuerdo está grabado en mi memoria.
Te fuiste querido padre
y estoy seguro que desde donde tú estés,
me querrás agarrar de la mano
para transmitirme con tu contacto,
el amor que siempre sentiste
desde el fondo de tu corazón.
Me hubiera gustado hablarte,
contarte mis sentimientos
pero sufro al recordar
que te fuiste antes de tiempo.
ALLÍ
DESCANSAN LOS RESTOS DE MI PADRE
A
DANIEL, MI PADRE.
Tras
la lápida de este nicho,
del
cementerio “El Angel” de Lima,
Yacen
los restos de mi padre
Daniel
Yánac Aquino.
A
quien, el divino Hacedor
Le
colme de bendiciones, y
El
descanso eterno.
En
este Día del Padre,
Ofrendo
mis plegarias hasta el cielo,
Recordando
su amor paternal,
Por
haber engendrado,
Por
haberse desvelado por mi salud,
mi
alimentación, mi vestimenta,
mi
educación hasta hacerme profesional.
A
Daniel mi padre, le debo sus enseñanzas,
el
amor a la libertad, la justicia, la honestidad,
el
amor al prójimo, el respeto por la dignidad,
la
solidaridad, la humildad, el compañerismo,
reglas
maestras que marcaron en mi vida;
por el que, amo a mi padre por toda la
eternidad.
Tu
hijo, Hipólito.
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