MIS POEMAS
A CAJATAMBO
(Autor: HipólitoYánac Rivera)
Cajatambo, ciudad milenaria y
hospitalaria,
Astobamba, guardián celoso,
con tu imponente “Cuntuyoj”,
Jamás podré olvidarte, por la
belleza de tus paisajes, porque unieron mi vida y de ella.
Antay, barrio donde nací, de
mis alegrías y de mis recuerdos,
Tambo, barrio recordado por
Cruz Pata y Hualpahuayi de amores imposibles,
Aunque, el tiempo pase
perdurarás en mi memoria:
Mamapuncu, testimonio de
nuestro legado histórico,
Bastión de nuestra cultura
milenaria - Shanock, Huacatupi,
Obraje, Chiraumarka,
Tambomarka, lugares históricos de nuestro origen ancestral.
NOSTALGIA POR CAJATAMBO
(Autor: Hipolito G. Yánac Rivera)
¡Cajatambo! Eres mi encanto,
como mi madre, a quien
adoro,
porque, les tengo presente,
en mi pensamiento y en mi
corazón.
Siento en mi alma,
una profunda nostalgia,
pena
de verme ausente de ti,
¡Cajatambo!, inolvidable.
Han pasado muchos años
desde que te dejé,
no por ingratitud, sino
por cumplir mi misión.
Cuando decidí regresar a tu
seno,
sentí una profunda alegría,
porque volvería a verte, y
recrear con tu belleza mi
ser.
Cada día que se acercaba
mi retorno, me hacía
ilusiones
de encontrarte bella y
cambiada,
porque así quería
encontrarte.
Pero, llegó el día ansiado,
el hijo ausente estaba en tu
seno,
esperando el amanecer del
día siguiente,
para nuevamente contemplar y
admirar tu belleza.
Pero, fue tan grande mi
decepción,
te encontraba abandona,
ultrajada,
mancillado tu santo nombre;
tus hijos te habíamos
abandonado.
Mi alma se turbó de
melancolía,
mi corazón sangraba de
dolor,
mis ojos se nublaron, y por
mis
mejillas corrían lágrimas de
pena.
Mi impotencia no era por
cobarde,
sino, mi nostalgia era
por el recuerdo de antaño,
cuando eras grande y
próspera.
¡Cajatambo!
te asemejas a una ciudad
olvidada,
como si estuvieras
condenada,
a cien años de soledad,
por la apatía de nosotros
tus hijos.
Paradójicamente, pareciera
tener asidero, el dicho
popular:
“En tierra de ciegos, el
tuerto es rey”
¡Cajatambo!,
despierta, recuerda tus
hazañas,
cuna de valientes guerreros.
La ignominia, no podrá
doblegarte,
la traición, aunque tarde se
paga,
la pasión, mueve
conciencias,
la ilusión, al final se hace
realidad.
Pasarán algunos años y te
veré,
florecer como las flores de
mayo,
y al contemplar tu belleza,
los traidores
y los cobardes huirán como
judas.
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