LECTURAS REFLEXIVAS
TÚ ERES EL RESULTADO DE TI MISMO
(Atributo a Pablo Neruda)
No culpes a nadie, no te quejes de
nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida. Acepta la
responsabilidad de edificarte a ti mismo, el valor de acusarte en el fracaso
para volver a empezar, corrigiéndote.
Nunca te quejes del ambiente o quienes te rodean, hay
quienes en tu mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o
malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.
Aprende a convertir toda situación
difícil en un arma para luchar.
No te
quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfréntate con valor y
acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos y la prueba que
has de ganar.
No te amargues de tu propio
fracaso, ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como
niño.
Recuerda que cualquier momento es
bueno para comenzar, y que ninguno es tan terrible para claudicar.
Deja ya de engañarte, eres la causa
de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.
Si tú
has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber
sido tú.
No
olvides que la cusa de tu presente es tu pasado, como causa de tu futuro es tu
presente.
Aprende
de los fuertes, de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a
quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más
en tu trabajo, y tus problemas, sin alimento morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a
ser más grande, que es el más grande de los obstáculos.
Mírate
en el espejo de ti mismo.
Comienza a ser sincero contigo
mismo. Reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para
justificarte.
Recuerda
que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo, reconociéndote a ti
mismo, más libre y fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias,
porque tú mismo erres tu destino.
Levántate
y mira por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres la parte de la
fuerza de la vida.
Ahora
despierta, camina, lucha. Decídete y triunfarás en la vida. Nunca piensas en la
suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
“Consulta el ojo del
enemigo, porque es el primero que ve tus defectos”
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